Viernes. The end. La mayoría de la gente relaciona la palabra viernes con "finiquitao". Una semana que se deja atrás, con preocupaciones y tensiones, ahora toca lo bueno. En cierto modo es verdad, el madrugar se elimina de tu mente aunque los apuntes de Derecho de la Unión Europea siguen encima de tu escritorio creando remordimientos de conciencia. Solo pensamos en que nos vamos a poner para salir y arrasar en la discoteca. Nos miramos cien veces en el espejo, cambiamos ochocientas la prenda inferior y luego la superior hasta que llegamos a la conclusion: ¡necesito ropa nueva!. La paradoja de todo esto es que la mitad de los conjuntos que te has probado ni siquiera los has estrenado y es justo en ese momento cuando tu madre se echa la manos a la cabeza al son de "¿que no tienes ropa? Si tuvieras solo un conjunto no habría problemas, te pondrías ese y listo". Muchas veces nos ciega el exceso de consumismo que nos rodea. Lo arreglamos todo comprando cuando la solución es reinventarse. Cambia prendas, córtalas, combina accesorios, incorpora nuevos detalles que hagan que tu look parezca sacado de una revista de moda, sin embargo tu cartera seguirá intacta. El otro día, costumicé una camiseta que me compre en Paris para hacerla mas vintage y conseguí el efecto deseado. Partiendo de la base que no tengo ningún conocimiento de costura el resultado fue satisfactorio (próximamente os mostraré ese renovado estilismo).
El outfit de hoy, es una propuesta perfecta para un fin de semana. Vestido clásico de Armani dividido en tres franjas: negra, gris y crema. Son colores básicos que hace que tengas cien por cien seguro abrigos, complementos o bolsos de esos tonos, lo cual es una gran ventaja. Yo opto por una torera gris marengo de Amaya Arzuaga característica por su cuello chimena. Pese a parecer fina, es una prenda que abriga, sino siempre se podrá optar por un abrigo liso negro o gris para las mas frioleras. Es un vestido sencillo que combino con un collar de nácar gris. Tengo este accesorio desde hace dos años, sin embargo apenas lo uso y siempre estoy obsesionada con comprarme nuevos collares. Muchas veces escogemos la solución de la compra, ya que es mas fácil que ponerse a buscar en el baúl de los recuerdos, conocido por todos como joyero. Finalmente elijo mis botas negras hasta la rodilla para que sea mas informal y no tan vestido. Otra opción sería combinar el vestido con unos tacones para convertirlo en un look de fiesta, si las circustancias así lo requieren. La bandolera es de Armani y parece ser desiñada para este outfit. En ella se introduce un nuevo color, el azul marino que resta monotonía.
Todo lo presentado lo tengo desde hace meses en casa, nada es nuevo, nada es un ataque impulsivo ante una desesperación de un "¿qué me pongo?". Tenemos mucha ropa, incluso demasiada. Siempre hay que recordar la frase: busca y hallarás. Además, recuerda que si te compraste esa falda que tienes colgada en el armario desde hace seis meses, sería por algo. Abre la mente y piensa en todas las camisas que tienes, pongo la mano en el fuego por que al final de todo, acabas vistiéndote como una autentica modelo de la Fashion Week de New York.
El outfit de hoy, es una propuesta perfecta para un fin de semana. Vestido clásico de Armani dividido en tres franjas: negra, gris y crema. Son colores básicos que hace que tengas cien por cien seguro abrigos, complementos o bolsos de esos tonos, lo cual es una gran ventaja. Yo opto por una torera gris marengo de Amaya Arzuaga característica por su cuello chimena. Pese a parecer fina, es una prenda que abriga, sino siempre se podrá optar por un abrigo liso negro o gris para las mas frioleras. Es un vestido sencillo que combino con un collar de nácar gris. Tengo este accesorio desde hace dos años, sin embargo apenas lo uso y siempre estoy obsesionada con comprarme nuevos collares. Muchas veces escogemos la solución de la compra, ya que es mas fácil que ponerse a buscar en el baúl de los recuerdos, conocido por todos como joyero. Finalmente elijo mis botas negras hasta la rodilla para que sea mas informal y no tan vestido. Otra opción sería combinar el vestido con unos tacones para convertirlo en un look de fiesta, si las circustancias así lo requieren. La bandolera es de Armani y parece ser desiñada para este outfit. En ella se introduce un nuevo color, el azul marino que resta monotonía.
Todo lo presentado lo tengo desde hace meses en casa, nada es nuevo, nada es un ataque impulsivo ante una desesperación de un "¿qué me pongo?". Tenemos mucha ropa, incluso demasiada. Siempre hay que recordar la frase: busca y hallarás. Además, recuerda que si te compraste esa falda que tienes colgada en el armario desde hace seis meses, sería por algo. Abre la mente y piensa en todas las camisas que tienes, pongo la mano en el fuego por que al final de todo, acabas vistiéndote como una autentica modelo de la Fashion Week de New York.
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