miércoles, 8 de enero de 2014

La última cena







Todo pasa y todo llega, por suerte o por desgracia. La Navidad se acaba y la rutina regresa. Los Reyes Magos vuelven a Oriente, las maletas apenas se pueden cerrar y las lagrimas nos inundan cuando nos tenemos que despedir. Sin embargo, toda esta depresión postvacacional se ve mermada si has tenido una buena despedida, con una magnifica cena de reyes bien con tu familia o con tus amigos. Yo tuve la suerte de acabar estas vacaciones entre una compañía estupenda, risas y kilos y kilos de comida que sobró muy a nuestro pesar. En Tudela, es tradición en una noche como esa, hacer cena con tu cuadrilla y llegar de madrugada a casa para abrir los regalos con tu familia. Cierto es que llegas a casa agotada y que lo único que te apetece es desplomarte en la cama pero la cara de felicidad de tus primos al ver la bici nueva o el Furby que no calla, hace que aguantes veinte minutos mas antes de desear a todos buenas noches, aunque para ellos sean buenos días.
El vestido que escogí para esa noche fue el regalo que me hicieron mis padres estas navidades. Yo ya le había "echado el ojo" a principios de septiembre y tras mis insistencias y rezos, al fin tuve recompensa. Es una prenda de Miriam Ocariz cuyo tejido parece que haya sido realizado con purpurina  en diferentes tonos rosas. Además tiene una forma diferente a la que nos tienen acostumbrados los vestidos para estas fechas.
Como es la prenda estrella del conjunto, para que tome especial relevancia solo lo complemento con unos tacones color maquillaje de Bimba&Lola y un bolso de mano de piel de avestruz negro. Un look totalmente brillante para despedir estas fechas por todo lo alto.
Vuelta a Pamplona, universidad, nuevos profesores, nuevas asignaturas, citas para el juevintxo y planes para los fin de semanas. Vuelta a lo de siempre pero a mi lo de siempre me encanta.

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