Nervios, nervios y nervios. Eso es lo que sientes los pequeños de la casa en un día como hoy. Sería mi primo el pequeño el que le diría a su padre que hoy por la noche le tendrá que dar una tila porque sino no se dormirá. Aún me acuerdo como vivía yo estos días, cuando el pájaro pintor te vigilaba durante todo el año para retransmitir a sus majestades de oriente si te habías portado bien. Esa ilusión, es algo que echo de menos. Aunque pese a mis casi 20 años, sigo viviendo la cabalgata de reyes como si tuviera cinco. Me arrastro por las calles para conseguir caramelos, gritos hasta desgallitarme el nombre de los reyes, salto, bailo y aplaudo. De una forma u otra, sigo manteniendo la ilusión en un día como hoy. Parte de esa ilusión la recobré, cuando tuve la oportunidad de ser el paje de Melchor hace dos años. Ver como todos los niños gritaban, te entregaban sus chupetes, te daban la carta para el rey o te decian que lo unico que habian pedido este año era que su madre encontrara trabajo, conmueve y mucho.
Para una tarde entera en la calle, hay que ir bien abrigada asi que hoy opto por este conjunto donde mi color favorito, el morado, es el autentico protagonista. Pantalones de cuero de Liu*Jo con zonas acolchadas en los laterales, un jersey de punto morado liso de la misma marca, que tiene un broche dorado de un lazo en el lado izquierdo del cuello. La prenda estrella, es la chaqueta acolchada corta, también de color morado con cadenas doradas en los bolsillos y en el cuello. Serán estos detalles los que la diferencien del resto de prendas similares que podamos encontrar en las tiendas. Finalmente, escojo unos botines negros para que haya mayor uniformidad con los pantalones y un bolso de piel de serpiente en un tono morado mas oscuro.
Espero que los reyes no os traigan carbón y que mañana al levantarnos nos hayan traido todos los juguetes que hayamos pedido.
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