Siempre
me cuentan que mi madre dijo a los años de tenerme: “No guardéis muy lejos los
carritos, biberones, cunas y patucos, porque no descarto ampliar la familia”.
Siento decir que ese aumento nunca llegó. Me quedé solita y desolada, como dice
la canción. Sin embargo, no he sido una persona que haya notado la ausencia de
hermanos, porque tengo unas primas que han actuado como tales. Somos tres
chicas, las tres hijas únicas, así que al final, nos consideramos hermanas por
la relación tan cercana que hemos tenido. Pues bien, resulta que mi prima mayor
¡se casa! Es la primera boda de la familia y como entenderéis estamos como
locos con la preparación de este evento.
El
lunes, tuve la gran suerte, de presenciar un fitting de vestidos de novia. Aún
recuerdo cuando mi prima me dijo “tú tienes que venir a la prueba si o si”.
Algunas veces le había hecho de “personal shopper”, aconsejándole sobre que prendas
le van mejor y como combinarlas. Pero de ahí a ayudarle a elegir el vestido de
novia hay un gran paso. Pues bien, la experiencia fue impresionante, no solo
por el buen trato que nos dieron, sino porque una apasionada de la moda como
soy yo, disfrutó como una niña con zapatos nuevos al poder ayudar a la
dependienta a buscar el vestido perfecto para ella. Es muy gratificante dar
ideas sobre cómo consideras que debe ser el vestido en atención a un tipo de
cuerpo y a la personalidad de una persona, y ver que al probárselo das en el
clavo. Fue una primera toma de contacto que me permitió darme cuenta, por si
aún tenía alguna duda, que mi futuro debe de estar encaminado a este sector.
Muchos
dicen que la búsqueda del vestido perfecto es larga y dura. Pues siento decir,
que no se si fue la suerte del principiante o que ese día se alinearon los
astros, pero fue llegar y besar el santo. Tras probar siete vestidos, llegó el
definitivo. Además, esta decisión se reafirmó cuando al ponérselo, mi abuela
(que también nos acompañó) se echó a llorar. Fue una señal.
He
decidido contar esta experiencia en mi blog, porque las bodas también son moda.
Y al vivir estos meses toda la preparación de una manera tan cercana, creo que
puede ser interesante compartir con vosotros, como está siendo la organización de
este evento, y si alguna está pensando en celebrar una (¡que se lo piense bien!),
puede coger ideas. Siento decir, que del vestido aun no puedo desvelar
detalles, a ver si por mi culpa, va a traer mala suerte. Habrá que esperar al
día de la boda, pero una vez al mes aproximadamente os iré contando como
continua la historia. Mientras tanto, ¡que vivan los novios!
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