Hace
dos temporadas, si mal no recuerdo, la lencería salió de nuestra piel más
íntima para ser lucida como una prenda más. Al principio solo las más
arriesgadas se atrevían a mostrar las puntillas de sus camisones de la forma
más sutil posible, aunque realmente fuera una rotura de esquemas. Sin embargo,
esta “provocación” se fue arraigando con más intensidad en la moda. Las grandes
firmas no dejaban de presentar en cualquiera de sus temporadas prendas
inspiradas en lencería. Todo ello lanzó al top lencero, al top ten (nunca mejor
dicho) de las prendas más vendidas. Pero cuando creíamos que no se podía ir mas
allá, va y se pone de moda la camiseta debajo del top lencero. Somos tan capaces
de reinventarnos que hemos sacado las prendas internas al exterior y viceversa.
Recuerdo
cuando por primera vez vi a una chica con una camiseta de algodón blanca debajo
de un top lencero plateado, pensé ¿cómo no se me ha ocurrido esto a mí? Me
pareció una idea brillante. Yo no he sido muy “pro” de la lencería como prenda,
me parecía demasiado “sofisticada”. Sin embargo, la combinación con una
camiseta me parecía una forma muy casual de ir bien vestida de una forma
original. Este verano el vestido le quito lugar a ese top tan demandado.
Recuerdo cuando mi madre me preguntó si el vestido que hoy voy a mostrar me
gustaba. ¿Es nuevo?, le pregunté, ella me sonrío y me dijo, es el cuerpo de un
vestido de Armani que tiene mil años. Y en ese momento pensé, como mola mi
madre. Así que no dude ni un solo momento en crear un outfit con este vestido.
Así
que allí va, hoy presento un conjunto muy fresco y en tendencia. Vestido
lencero de Armani, camiseta de algodón negra de Liu·Jo y sandalias de esparto
de Parfois. Para darle un toque más alternativo al look, añado un choker decorado
con la palabra “Babe” en glitter de Zara y un bolso cofre bicolor también de
Parfois. Como veréis, con tan solo dos prendas (muy opuestas entre sí, eso hay
que reconocerlo), se crea un conjunto con un rollazo inconfundible.
Os
animo a que busquéis en el cajón de la ropa interior de vuestras madres porque
seguro que encontráis algún camisón con estas características que os encaja en
esta propuesta que os sugiero hoy. Una pena que nosotras seamos más de pijama,
pero nunca se sabe, esperemos diez años, igual se convierten en tendencia.
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