jueves, 15 de septiembre de 2016

¿Camisón o vestido?


















Hace dos temporadas, si mal no recuerdo, la lencería salió de nuestra piel más íntima para ser lucida como una prenda más. Al principio solo las más arriesgadas se atrevían a mostrar las puntillas de sus camisones de la forma más sutil posible, aunque realmente fuera una rotura de esquemas. Sin embargo, esta “provocación” se fue arraigando con más intensidad en la moda. Las grandes firmas no dejaban de presentar en cualquiera de sus temporadas prendas inspiradas en lencería. Todo ello lanzó al top lencero, al top ten (nunca mejor dicho) de las prendas más vendidas. Pero cuando creíamos que no se podía ir mas allá, va y se pone de moda la camiseta debajo del top lencero. Somos tan capaces de reinventarnos que hemos sacado las prendas internas al exterior y viceversa.

Recuerdo cuando por primera vez vi a una chica con una camiseta de algodón blanca debajo de un top lencero plateado, pensé ¿cómo no se me ha ocurrido esto a mí? Me pareció una idea brillante. Yo no he sido muy “pro” de la lencería como prenda, me parecía demasiado “sofisticada”. Sin embargo, la combinación con una camiseta me parecía una forma muy casual de ir bien vestida de una forma original. Este verano el vestido le quito lugar a ese top tan demandado. Recuerdo cuando mi madre me preguntó si el vestido que hoy voy a mostrar me gustaba. ¿Es nuevo?, le pregunté, ella me sonrío y me dijo, es el cuerpo de un vestido de Armani que tiene mil años. Y en ese momento pensé, como mola mi madre. Así que no dude ni un solo momento en crear un outfit con este vestido.

Así que allí va, hoy presento un conjunto muy fresco y en tendencia. Vestido lencero de Armani, camiseta de algodón negra de Liu·Jo y sandalias de esparto de Parfois. Para darle un toque más alternativo al look, añado un choker decorado con la palabra “Babe” en glitter de Zara y un bolso cofre bicolor también de Parfois. Como veréis, con tan solo dos prendas (muy opuestas entre sí, eso hay que reconocerlo), se crea un conjunto con un rollazo inconfundible.

Os animo a que busquéis en el cajón de la ropa interior de vuestras madres porque seguro que encontráis algún camisón con estas características que os encaja en esta propuesta que os sugiero hoy. Una pena que nosotras seamos más de pijama, pero nunca se sabe, esperemos diez años, igual se convierten en tendencia.   


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