Desde
mediados del siglo XX, el biquini ha sido una prenda de la que no nos hemos
separado durante ningún verano. Poca rivalidad le hacían el bañador o el
triquini. Tener marcas en nuestro estupendo bronceado hacia que desecháramos
estas dos prendas para tomar el sol. Sin embrago, este año los roles se han
invertido debido a dos factores: el primero de ellos, es la conciencia que
durante los últimos años se ha tomado en torno al daño que el sol hace en nuestra
piel y el segundo, el impulso que le ha dado la moda al bañador. Las firmas
apostaban por una larga colección de este tipo de trajes de baño en toda clase de
estampados, formas y colores haciendo que se convirtiera en todo un atractivo
para este verano. Por fin hemos aceptado que el bañador estiliza la silueta
mucho más que el biquini, y sobre todo que es mucho más cómodo.
Un
post publicado por una escritora dedicado a la chica del biquini verde, ha
hecho que este año las mujeres nos sintamos más seguras a la hora de ir a la
playa. Y creo que el bañador también puede fortalecer esa confianza. Con esto
no quiero decir que haya que ocultar nada, cada una es como es y lo importante
es disfrutar del verano, pero muchas veces unas caderas anchas o los helados de
más de la semana pasada hacen que no te sientes a gusto contigo misma cuando toca
ponerte el mini biquini de turno e ir a la piscina con tus amigos. Pero es
justo en ese momento cuando piensas, si todas van en biquini y yo en bañador
(que muchas veces se concibe como una prenda que llevan nuestras queridas
abuelas) van a pensar que tengo algo que esconder. Primero de todo, hay que
tener en cuenta que todas tenemos algo que esconder y lo segundo, las mujeres
con secretos y misterios son mucho más atractivas, así que ponte el bañador más
rompedor que tengas y tírate a la piscina de cabeza, y si encima puedes salir
como una autentica vigilante de la playa, me apuesto lo que quieras a que harás
voltear muchas cabezas, aunque lleves un traje de baño que “tape más de lo
normal”.
El
bañador que enseño hoy, lo tengo en mi posesión desde hace años. Es de la firma
Risk y junto con su falda a juego, te permite crear un look perfecto para un día
de verano. Dos prendas que juntas simulan un único vestido estupendo para ir a
comer al chiringuito junto con un sombrero de paja y unas atrevidas gafas de
sol. Pensar que con tan solo estos cuatro elementos puedes crear un verdadero
outfit hace que tema la vuelta del otoño-invierno.
En
definitiva, pon un bañador en tu vida, disfrutaras más del verano y cogerás
mucho impulso para gritar aquello de “¡¡¡¡¡¡¡ al agua patos!!!!!!!”
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