Otro
año más el verano pasa ante mis ojos como una estrella fugaz. Mañana vuelvo a
Pamplona y el jueves comienzo mi quinto año de carrera. Los días de no
madrugar, comer helados y darme baños nocturnos en la piscina han acabado. He
de decir que este año no he sentido el verdadero sabor del verano ya que he
estado mes y medio de prácticas, pero también admito que no cambiaría esa
experiencia por nada. Para despedir por todo lo alto esta magnífica estación del
año he querido dedicar los dos últimos posts a contaros un magnifico viaje que
hice con mis padres a mediados de agosto.
Como
relaté en la última publicación sobre los “wedding guests”, el 13 de agosto
tuve una boda en el País Vasco, así que aprovechamos el viaje para visitar
Biarritz y otros lugares de la zona. Cuando vivíamos en el norte, solíamos ir
con mayor frecuencia a estos, para mí, paraísos. En mis recuerdos Biarritz era
una ciudad adelantada a los tiempos, y cuando la volví a visitar recordé que
esta afirmación es totalmente cierta. La perfecta definición para Biarritz es: “una
ciudad con otro rollo”. Fachadas que impresionan, zonas verdes por doquier,
surfistas buscando la próxima ola y bares con preciosas vistas. Ahora entiendo
porque mis padres dicen que el lugar perfecto para retirarse es Biarritz.
La recomendación
personal que hago a todos aquellos que quieran visitar esta cosmopolita ciudad es
que visitéis la zona donde está situado el Hôtel du Palais. Las vistas en ese sitio son inmejorables y si
las acompañas con un aperitivo de mejillones picantes el resultado es colosal. Pasead
por las calles y disfrutad de los pequeños comercios textiles que hay, y para
finalizar, comeos un helado de vuestro sabor preferido o un dulce típico de la
zona. Amaral dedico una canción de su álbum Gato negro, Dragón rojo a esta
ciudad, solo por ello, es recomendable visitarla.
La
siguiente parada fue Hendaya y su larga playa con su fría agua del cantábrico. No
os perdáis el próximo post donde os contaré todo lo que vivimos (y comimos) en ella.
¡Feliz fin del verano queridos lectores!