Como muchos sabéis, soy una
apasionada de la gastronomía, lo cual dicho de forma coloquial es “me encanta
comer”. Mis padres nunca han tenido queja porque la niña no comía, igual era lo
contrario, “habrá que controlarla”, supongo que todos hemos pasado por esa
época infantil en la que sobrepasabas un pelín los percentiles de peso
establecido. Soy una persona que por mi constitución me tengo que cuidar, como
y como bien, pero sin excesos (aunque algún capricho suele caer a lo lago de la
semana).
Nunca he sido especial a la
hora de comer, me gusta todo y como de todo. Como buena navarrica que soy, las
verduras son mi pasión. Siempre digo que podría sobrevivir alimentándome solo de
tomate. Cuando voy a Tudela, disfruto mucho comiendo. Además, como voy de
cuando en cuando, saco mucho más sabor a los productos de la tierra. Una de las
cosas pendientes que tengo con mi padre es hacer una ruta gastronómica por
España, pero viviendo a mil kilómetros de distancia, el propósito es difícil de
cumplir. Sin embargo, en Navidades, fuimos a cenar a un restaurante en Tudela,
que, sin ninguna duda, marcaría como inicio de esa ruta.
El restaurante se llama
Topero, y está situado en la zona más céntrica, la Plaza Nueva de Tudela.
Encontraras productos de primera calidad, un servicio impecable y una
decoración exquisita. Mi tío ya había comentado que se comía muy bien, pero la
verdad que supero y mucho mis expectativas. No me considero una chica que me
gusten los menús en los restaurantes, porque muchas veces me veo limitada a
escoger entre cosas que no es que no me gusten, pero que igual no elegiría.
Todo el mundo hablaba del menú ejecutivo del restaurante Topero: bueno,
asequible y sorprendente. Así que sin dudarlo ni un segundo, me uní a la velada
que mis padres tenían con sus amigos. Nunca me ha importado estar con gente más
mayor que yo, es más disfruto. Disfruté, disfruté y mucho, no solo de la
compañía sino especialmente de la comida. Eran productos que yo ya conocía,
pero cocinados e interpretados de otra forma: cardo en ensalada con aceitunas
negras, timbal de patatas con huevo poché, bacalao a la Navarra y natillas de
cheesecake.
Recomiendo encarecidamente que visitéis Tudela, y en concreto ese restaurante si quieres disfrutar de
productos frescos y típicos de la Ribera Navarra. Y a más a más, si realmente
sois unos apasionados de la verdura, os invito a que asistais a la semana de la
verdura en esta localidad, del 22 de abril al 1 de mayo, donde podréis
disfrutar de un concurso de menestras, degustaciones de pinchos y conciertos
entre otros muchos eventos. Los interesados, el programa de la Fiesta de la
Verdura está disponible en Internet en el Ayuntamiento de Tudela.
Desde luego yo no faltaré,
¡larga vida a las verduras!
No hay comentarios:
Publicar un comentario