martes, 29 de marzo de 2016

LaPaulina














Necesitaba unos días de descanso, para poder desconectar un poco de la rutina. Granada, como siempre, es la mejor vía de escape, aunque esta semana hemos tenido invitados en casa y había que ejercer de anfitriona. La mayor parte de la familia materna ha estado viviendo la Semana Santa con nosotros, lo cual ha hecho que viviese unos días turísticos en toda regla. Pero todo sacrificio tiene su recompensa, y aunque no haya podido salir con mis amigas tanto como yo hubiese querido, he conocido lugares de Granada muy interesantes en cuanto gastronomía. El primer sitio del que os quiero hablar es LaPaulina. Taquería mexicana situada en el centro de la ciudad. Mi familia es una fan incondicional de la comida mexicana y por ende yo también ¡el picante nos chifla! Mis padres habían oído buenas críticas sobre este local, así que decidimos ir a probar. Nada más entrar observas una gran pared donde se lee: “Si te preguntas, quien es LaPaulina? … LaPaulina es nuestra chica mexicana, guapa, atrevida, con un toque picante y mucho carácter, estamos en su casa. Bienvenido al hogar de LaPaulina” Me pareció una forma muy original de darle la bienvenida a los clientes.
El local estaba lleno hasta los topes y otro detalle que me encantó fue que los clientes eran internacionales, lo cual creaba en la taquería un ambiente boho-chic muy interesante. La comida es exquisita, una réplica mexicana muy acertada. El personal te sugiere recomendaciones que realmente valen la pena probar e incluso te avisan de si tu comanda es demasiado abundante o con poca variedad.  Nachos con guacamole, quesadillas picantes y fajitas de carne pastor fueron los platos estrellas. Me sorprendió la variedad de platos que poseía la carta, porque los mexicanos a los que suelo ir, poseen pocas posibilidades de innovar.
No puedo dejar pasar por alto antes de finalizar este post, la carta de margaritas y tequilas que poseen. Yo ya era medio amiga del tequila, y he probado diversos tipos de tequila, pero la margarita era una gran desconocida para mí, es cierto que solo me mojé los labios, cuando hay padres delante hay que mantener un poco las formas, pero me pareció una buena elección para tomar después de la cena. Ese ambiente alternativo al que antes me refería creo que existía también por este motivo, esa carta de “licores ” poco comunes hacen que entrada la noche el local se convierta en un sitio bohemio donde Julieta Venegas suena sin parar y la sal y el limón están presentes en todas las mesas.   
Si tenéis oportunidad y os gusta este tipo de comida os recomiendo que os paséis por allí, LaPaulina es una perfecta anfitriona.  














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