Necesitaba unos días de
descanso, para poder desconectar un poco de la rutina. Granada, como siempre,
es la mejor vía de escape, aunque esta semana hemos tenido invitados en casa y había
que ejercer de anfitriona. La mayor parte de la familia materna ha estado
viviendo la Semana Santa con nosotros, lo cual ha hecho que viviese unos días turísticos
en toda regla. Pero todo sacrificio tiene su recompensa, y aunque no haya
podido salir con mis amigas tanto como yo hubiese querido, he conocido lugares
de Granada muy interesantes en cuanto gastronomía. El primer sitio del que os quiero
hablar es LaPaulina. Taquería mexicana situada en el centro de la ciudad. Mi
familia es una fan incondicional de la comida mexicana y por ende yo también ¡el
picante nos chifla! Mis padres habían oído buenas críticas sobre este local, así
que decidimos ir a probar. Nada más entrar observas una gran pared donde se
lee: “Si te preguntas, quien es LaPaulina? … LaPaulina es nuestra chica mexicana,
guapa, atrevida, con un toque picante y mucho carácter, estamos en su casa.
Bienvenido al hogar de LaPaulina” Me pareció una forma muy original de darle la
bienvenida a los clientes.
El local estaba lleno hasta
los topes y otro detalle que me encantó fue que los clientes eran
internacionales, lo cual creaba en la taquería un ambiente boho-chic muy
interesante. La comida es exquisita, una réplica mexicana muy acertada. El
personal te sugiere recomendaciones que realmente valen la pena probar e
incluso te avisan de si tu comanda es demasiado abundante o con poca variedad. Nachos con guacamole, quesadillas picantes y fajitas
de carne pastor fueron los platos estrellas. Me sorprendió la variedad de
platos que poseía la carta, porque los mexicanos a los que suelo ir, poseen
pocas posibilidades de innovar.
No puedo dejar pasar por alto
antes de finalizar este post, la carta de margaritas y tequilas que poseen. Yo
ya era medio amiga del tequila, y he probado diversos tipos de tequila, pero la
margarita era una gran desconocida para mí, es cierto que solo me mojé los
labios, cuando hay padres delante hay que mantener un poco las formas, pero me
pareció una buena elección para tomar después de la cena. Ese ambiente
alternativo al que antes me refería creo que existía también por este motivo,
esa carta de “licores ” poco comunes hacen que entrada la noche el local se
convierta en un sitio bohemio donde Julieta Venegas suena sin parar y la sal y
el limón están presentes en todas las mesas.
Si tenéis oportunidad y os
gusta este tipo de comida os recomiendo que os paséis por allí, LaPaulina es
una perfecta anfitriona.
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