¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Carnaval, carnaval,
carnaval te quieroooooo!!!!!!!!!!! Y con esa melodía presente toda la semana en
mi cabeza he recordado los días tan increíbles que pasé el fin de semana pasado
en mi querida Tudela. Es cierto que el carnaval se celebra toda esta semana en
muchas ciudades, sin embargo, en Tudela los días grandes fueron la semana pasada.
Desde Navidad no la pisaba y tenía muchas ganas de reencontrarme con mi familia
y amigos.
Todo empezó con un retraso de
tren de una hora, pero como dicen: lo que mal empieza bien acaba, y para mi
gusto este refrán se queda corto. Al llegar a Tudela, tenía a mis primos ilusionados
por “la salchichada” que íbamos a tener. Compré este típico producto alemán cuando
fui a Berlín, y la verdad que fue una adquisición que mereció la pena. Tuvimos
una velada estupenda entre hot dogs, patatas fritas, risas y chistes de los más
pequeños.
El sábado se superó aún más si
cabía. Como sabéis, en Navarra al grupo de amigos se le llama la cuadrilla y la
mía de Tudela es El Cogollico, en honor al producto típico de nuestra tierra. Como
es tradición, cada una se disfraza de lo que quiere, y para mantener más la
intriga, no nos decimos nada las unas a las otras (bueno, eso se supone). Para
despistar, dije que mi disfraz era de animal. Ellas saben que yo soy muy
presumida y sus apuestas iban todas dirigidas al disfraz de pavo real. Sin
embargo, las bocas se desencajaron cuando me vieron aparecer de rubia explosiva
Así es, aposte por una de las
grandes bellezas del mundo, Marylin Monroe. He querido compartir con vosotros
mi “look disfraz” porque considero que también es una forma de mostrar moda.
Ante todo, tengo que decir que el vestido negro que muestro era de mi madre, y
que hace ocho años, ya elegí esta temática para disfrazarme. Como podéis
imaginar, lo que más ilusión me hacía es que el vestido me siguiera entrando.
Es una pieza única totalmente “Made in Spain” de Victorio y Lucchino. Es cierto
que el vestido “típico” de la actriz era blanco con mucho vuelo, pero contando
con esta prenda espectacular, no iba a quedarse apolillada en el baúl. Labios
rojos, peluca rubia, guantes largos, lunar y a bailar. Tuve la suerte de que
esa noche las temperaturas y la lluvia nos dieron tregua así que con un abrigo
estilo capa pude sobrevivir.
Recomiendo este estilismo para
cualquier evento carnavalero que tengáis, es fácil de recrear y causareis sensación.
Ese día comprobé que el rubio no me queda nada mal, así que igual un día de
estos hago alguna locura.
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