Los pamplonicas de toda la
vida paralizan su mundo del 6 de julio al 14 del mismo mes. San Fermín es algo
sagrado. He de decir que los años que he pasado esos días en mi tierra, han
sido muy superiores a las expectativas. Porque San Fermín no es solo lo que se
ve en la televisión, sino mucho más. La gente manchada de vino que ve borroso
por la suma ingesta de esa bebida con la que se manchan, es la mínima parte de
lo que son verdaderamente estas fiestas. San Fermín es ver a la gente de blanco
impoluto cantando jotas, es apreciar como se preparan los verdaderos corredores
del encierro para hacer una carrera sin incidentes, es bailar con los gigantes
o disfrutar de una buena chistorra en el almuerzo.
Yo este año, en principio no
iba a asistir a este espectacular “sarao” porque me encuentro trabajando en Barcelona, sin
embargo, los planes que tenia justo el fin de semana de mi cumpleaños (10 de
julio) se han desmoronado y mi madre pensó que era buena idea que fuera a Pamplona
y pasara allí unos días, y yo como soy una mandada he decidido ir.
Las fotos que muestro hoy me
las hice a mediados de junio pensando en que las iba a publicar hoy, 6 de julio
(como veis soy muy previsora) y se observa como prácticamente ya esta todo
montado con un mes de antelación: vallado, carteles…etc. El look de hoy hace un
guiño, salvando las distancias, al “uniforme” pamplonica al poseer detalles
rojos y al estar realizado en la plaza de toros de Pamplona. Pantalones cropped
negros de Armani y camiseta shoulders off de J. Pérez Vallete. Sandalias negras
de Parfois y la estrella del conjunto, cazadora estampada de DKNY, junto con
unas gafas de sol rosas, de las que estoy enormemente enamorada.
Espero que todos aquellos que asistáis
a San Fermín tengáis unos buenos días y disfrutéis de una fiesta famosa en el
mundo entero, pero eso sí, con moderación. Yo, os espero a todos el sábado en
la ciudadela viendo los fuegos artificiales para celebrar mi entrada en la era
de los dos patitos.
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