lunes, 25 de agosto de 2014

Estoy de muerte my friend

Retomo el blog para contaros la semana tan malagueña que he pasado. La improvisación es una de las características que mas me definen, asi que junto con una amiga, decidimos de un día para otro, asistir a la famosa Feria de Málaga. Todo nos fue sobre ruedas: hotel a buen precio, bien situado y bastante confortable. Aunque también tengo que decir que, creo que ha sido el hotel en el que menos horas he pasado.

Nada mas llegar no perdimos ni un segundo de nuestro valioso tiempo, trás una suculenta comida pusimos rumbo a la famosa Calle Larios, desde San Fermin no veía a tanta gente junta. La feria de día, es un autentico espectáculo, volantes y lunares por todas partes, farolillos y cartojal para todo el que quiera. No había probado el Cartojal (vino dulce tipico de la localidad) y reconozco que para lo poco aficionada que soy a esta bebida, me gusto y mucho. Su eslogan "estoy de muerte my friend" era la pura realidad.
Lo mejor de todo era el buen tiempo, la ropa cómoda que puedes llevar, el ambiente y sobre todo el buen rollo de los malagueños. Supongo que para ellos es como para mi San Fermin: su tiempo de diversión, de no pisar su casa, de conocer gente y de disfrutar de los días que quedan antes de que se acabe el verano. 
Es cierto que también disfrutan de un recinto ferial al que acudí por la noche, aunque no me llamó tanto la atención ya que era parecido al de Granada, salvando las distancias y sobre todo las dismensiones, ya que era tres veces mas grande.
Si no os ha picado la curiosidad de visitar esta parte de Andalucía, realmente os la recomiendo, no solo por la playa y el casco antiguo sino también para vivir la magnifica feria que es digna de presenciar.
El chollo de estar tres meses sin hacer nada se me acaba. El jueves cojo carretera y manta y me vuelvo a la fría Pamplona. Me quedo con el recuerdo de haber tenido un verano diez.










No hay comentarios:

Publicar un comentario