¿Campana?

Aún recuerdo, cuando en septiembre acudí a una de las primeras fiestas universitarias de este año tras el verano. Entre mudanza y mudanza, logré rescatar o mas bien le 'robé' a mi madre unos vaqueros de talle alto con pata de elefante, o comúnmente llamados pantalones de campana o 'campanolos'. Esa noche había apostado por un look sencillo: vaqueros de campana, blusa negra de gasa y cuñas en el mismo tono. Nada mas llegar al local y ver a todas las invitadas luciendo estrechísimos pantalones pensé: "Lucía, igual si tu madre no los usaba era poque estaban pasados de moda", sin embargo yo me encontraba cómoda con ellos y como sabeís, lo de seguir al rebaño no es lo mío.

A medida que discurría la noche, yo notaba que la gente no quitaba los ojos de mis fabulosos pantalones e incluso algunas murmuraban: "¿lleva pantalones de campana?, ¡pero si eso ya no se lleva!" o " no se como se atreve a llevar esos vaqueros con el culo-caderas que le hacen". Pero eso no me impidió disfrutar de la velada con amigas y conocidos.

Sinceramente, lo importante no era lo que decían sino que el tiempo me ha dado la razón y que los pantalones de campana son un "must" esta temporada. Vaqueros, estampados, de gasa, de tela, hay mil y una forma de encontrar este estilo de pantalones en cualquier tienda.

Por tanto, este post va dirigido a una prenda exculisva como los pantalones, ¿DE CAMPANA?. En efecto, una prenda que para mi gusto estiliza la figura, realza la silueta y da un toque 'sexy' a los outfits al marcar las caderas y el culo (como algunas me recordaban esa noche). En el look de hoy prima el color azul klein: vaqueros de Armani Jeans con remates dorados acompañados con una camiseta unisex con la bandera americana dibujada y una chaqueta de punto larga de la casa Amaya Arzuaga. Finalmente opto por unos peep toes con suela de corcho de la firma Bimba&Lola a conjunto con el bolso circular de la misma marca. Para rematar, un collar-cadena dorada de la que cuelgan abalorios.

Hay que ser conscientes de que a veces arriesgar tiene sus frutos, porque la moda es cíclica, por tanto aunque haya una temporada en la que tengamos que encorsetarnos en pantalones 'pitillo', finalmente nuestros queridos pantalones de pata de elefante volverán a nuestras manos.