martes, 8 de abril de 2014

Festival del cine









Es curioso ver la rapidez con la que están cerrando numerosos cines de nuestro país, cada vez asistimos menos a sus sesiones, la idea de comprar palomitas ni se nos pasa por la cabeza, eso si llevamos el bolso lleno de "chuches" que compramos fuera del establecimiento. En mi familia, existía la tradición de ir al cine los domingos para pasar la tarde. Poco a poco esa costumbre desapareció y desde que llegué a Pamplona me he pasado los domingos estudiando o maldiciendo mi genial sugerencia de salir el sábado (también conocida como resaca). Es sorprendente como ha disminuido este "ocio" en pocos años. Pero lo verdaderamente sorprendente es ver que cuando hay promociones, descuentos o el aclamado festival del cine, las salas se llenan incluso en la sesión de las cuatro donde más que ver una películas intentas no echar una cabezadita. Largas colas rodean el lugar y luchas por conseguir una buena butaca, nada de la primera fila en una esquina pero, o compras las entradas con antelación o la torticolis te acompañara durante unos días. 

Hay quejas y protestas sobre la destrucción de la cultura acusando a la piratería como la principal culpable. Pero se ha demostrado que la asistencia de los ciudadanos esta más que confirmada cuando los precios son asequibles. Corren tiempos difíciles y algunos consideran que pagar una cantidad elevada (por entrada) en una película que puede que ni les guste es malgastar el dinero. Muchas veces tenemos la solución ante nuestros ojos pero no la vemos. Es cierto que por mucho que disminuyera el precio los cines no iban a salir de la "crisis" en la que están, sin embargo lo que considero que no pueden hacer es subir cada vez mas el precio, en algunos cines la entrada puede llegar a costar diez euros y dependiendo de la situación en la que te encuentres ese dinero puede sacarte de apuros y una película no.
La semana pasada acudí al festival del cine que se celebraba en toda España. El taquillazo "Ocho Apellidos Vascos" no podía pasar desapercibido ante mis ojos. Cuando llegué a la sala correspondiente he de decir que me agobie: ¡Cuanta gente, no se si vamos a tener oxigeno suficiente para todos!-le decía a mi amiga entre carcajadas. Asombroso, alucinante, hacia años que no veia una sala completa. La pelicula , obviamente, no decepcionó. Además, yo que soy medio andaluza y medio navarra veía reflejada a la perfección la manera de ser y de vivir de unos y otros. Reí, reí y volví a reir. Se me ponían los pelos de punta cuando veía los hermosos caserios rodeados de la mas verde vegetación y cuando cantaban los del Río. Nunca sabre a que comunidad pertenezco más, si a la del sur o a la del norte, pero como decía aquel spot publicitario: " todos necesitamos un poco de sur para poder ver el norte" y yo por suerte cuento con ambos.
El look que escogí para este acontecimiento fue sencillo y sobre todo cómodo. Pantalones negros skinny de Seven acompañados por una camisa blanca de Calvin Klein y una chaqueta de punto larga (estilo Chanel) de la marca Paul&Joe. Como complemento estrella, los zapatos de River Island con su "discreta" plataforma dorada. Para dar mas color al outfit y que no predominara en abundancia el negro y blanco (aunque sean colores con los que siempre se acierte) propongo un collar rosa. Es un estilo de collar por el que apuestan numerosas casas de bisutería para esta primavera. Simple, original y diferente.
El cine para mi es una pasión, pero poco a poco va a ir desapreciendo, simplemento por prioridades.

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