De casta le viene al galgo

Todo el mundo en su infancia ha jugado al escondite, pero tengo que reconocer que el mío era aún más original. Yo me escondía entre cajas, ropa y probadores que había en la tienda de mi abuela. Era una más de la plantilla, las dependientas, que son unas tías para mí, siempre me recuerdan como les hacía pasar a gatas por debajo de la mesa. En aquellos momentos no entendía el porqué le decían a mi abuela “de casta la viene al galgo”. Después de llevar casi tres años con este blog y querer dedicar mi vida al mundo de la moda, supongo que ahora sí.

Muchos me han preguntado qué dónde compro la ropa, si tengo una tienda preferida o si doy uso a internet en este tema. Yo siempre contestaba con un: “os lo contaré todo en un post”, pero nunca llegó el momento. No sólo es que tenga una tienda preferida, sino que es “la tienda”: Trebol. Ese negocio que tiene mi familia en Tudela (Navarra) que ha hecho que mi pasión por el mundo de los alfileres aumente cada año.  Así que hoy ha llegado el momento de hablar sobre esa fabulosa tienda, mejor dicho, tiendas.

Son dos tiendas situadas en la capital ribera que se encargan de proporcionar verdadera moda. Manejan tanto el sector más juvenil e innovador de la moda como el más maduro y clásico. Poseen un trato totalmente personalizado y cuentan con tantas propuestas que en muchas ocasiones desearía que la tienda fuera única y exclusivamente para mí.

Para mí no es una tienda, es mucho más. Cuando entro por la puerta un cosquilleo me invade y suena en mi cabeza el famoso “home sweet home”. Absolutamente todo lo que presento en el blog es de Trebol, en mi caso de Trebol2, ya que, por mi edad, el tipo de ropa que me encaja mejor se encuentra en este segundo local. Como dije, este mes los posts van a ser un poco diferentes y he decidido que este, era un buen tema a tratar en esta nueva etapa. 

PD: Hoy empiezan las rebajas en este mi paraíso, así que creo que no hay mejor forma para conocer ambos locales. Pasad y echad un vistazo, merece mucho la pena, palabra de blogger.

Nueva etapa

Siempre hablo de ropa, moda, tendencias y vivencias relacionadas con ellas. Sin embargo, el post de hoy va a ser un post especial. Ya he mencionado en anteriores ocasiones que iba a haber un pequeño cambio en mi vida. Los que me sigan en redes sociales y mi familia y amigos más cercanos ya lo saben, pero creo que también es necesario compartirlo con todos aquellos fieles a LUCIENDOLAMODA. Pues bien, la novedad es que voy a estar viviendo en Barcelona hasta finales de julio. Tras mucho pelear he conseguido prácticas en esta cosmopolita ciudad. Me instalé el sábado pasado y mi experiencia laboral comenzó este lunes y la verdad es que no puedo estar más contenta.  Yo siempre he sido muy tranquila, pero como diría mi abuela “la procesión va por dentro” y la verdad es que nunca había estado tan nerviosa. El pensar en trabajar en una empresa, encajar, saber hacer lo que me piden, no perderme en el metro y, sobre todo, vivir intensamente esta experiencia ha hecho que lleve unos días como un flan, pero poco a poco me voy adaptando.

Quiero aprovechar esta oportunidad al máximo, y no solo a nivel académico sino también personal. Va a ser la primera vez que viva sola y ello conlleva una autonomía que hasta el momento no tenía. La cosa es, que creo que necesito espabilar en ciertos aspectos de mi vida (en especial en las tareas domésticas) y que esta aventura me va a venir muy bien. También debo anunciar que no se si podré postear con la frecuencia que lo suelo hacer, ya que no se si voy a poder tener el tiempo que requiere actualizar esta plataforma semanalmente. Eso sí, tampoco voy a dejar que os olvidéis de mí. Simplemente va a haber un cambio. Lo más probable es que escriba sobre lugares que descubra en Barcelona, anécdotas que me pasen y sobre cuestiones gastronómicas (a mi lo del comer se me da bien) pero siempre relacionadas con el fashion world. Simplemente va a ser diferente, en vez de verme tanto a mí, vais a vivir lo que yo veo.

Espero que sigáis al otro lado y no me abandonéis en esta aventura. Ojalá os guste y que cuando acabe el mes de julio este igual o más contenta de lo que estoy ahora. Vida laboral cargando en 3, 2, 1, ¡deseadme suerte!

Citric Dress

Muchas veces tengo dificultades para escribir los posts. Enfrentarte a una hoja en blanco es duro, por mucho que ya tengas las fotos hechas y el estilismo preparado, hablar de un tema que interese y enganche al público que te lee, hace que más de una vez me rompa la cabeza para enlazar con el outfit anécdotas graciosas, historias que entretengan o tendencias que vengan a colación. Pues bien, hoy me encuentro en uno de esos días donde solo veo blanco por todas partes. La hoja de Word sigue en blanco, mi mente piensa en blanco y las cuatro paredes que me rodean son blancas. ¡Me agobia el blanco! Querer decir muchas cosas y que no te salga ninguna es uno de mis mayores horrores. No quiero ser una de esas bloggers que se limitan a subir fotos solo para promocionar marcas, yo quiero entretener y que la gente disfrute viendo mi trabajo, pero cuando llevas dos años y medio con este proyecto, en ocasiones la bombillita de la cabeza no se te enciende, y el blanco vuelve a inundarte.

Para evitar este blanco que tanto me desespera, he decidido que el conjunto de hoy tenga mucho color y así contrarrestar esta frustración. Para ello he optado por mi nuevo vestido de Paul and Joe Sister. Es una de las nuevas prendas que he adquirido para esta temporada de verano y presiento, que va a ser muchas veces mi segunda piel. Tiene un color cítrico que sienta muy bien a las que tenemos mi tono de piel (otra vez vuelve a salir el blanco). Además del tono, tiene un corte que realza y favorece, así como un escote en la espalda que no pasa desapercibido pese a no ser exagerado. Finalmente opto por unas sandalias de H&B de plataformas y un bolso de flecos de HyM para complementar el conjunto.

Muchas veces ver el blanco o estar en blanco te permite admirar los colores y sobre todo optar por prendas que te hacen olvidar ese neutro color. Pronto podré anunciar una nueva andadura en mi vida que espero que llene de colores este blog, mientras tanto, disfrutemos de este fabuloso vestido que desprende ese tono cítrico tan particular que recuerda que el verano está para disfrutar. 

Oh my skirt!

Yo siempre he sido de las que apostaba por las faldas en su versión mini. Ya en el colegio me remangaba la falda del uniforme para que fuera más corta ya que mi madre no me la quería cortar, siempre me decía: “pues crece, ya verás como así se acorta”. Lo mismo me pasaba con los vestidos, tres cuartas partes de mis piernas se tenían que ver, aunque estuviesen blancas como la pared, me parecía que quedaba mejor ese corte e incluso que me hacía parecer más alta.

Sin embargo, estaba totalmente equivocada, ya me di cuenta de este error el verano pasado cuando la tendencia midi llego a nuestros armarios. La silueta quedaba más estilizada cuando la prenda terminaba por debajo de la rodilla. Finalmente, hace unas semanas corroboré esta teoría cuando introduje en mis imprescindibles de verano esta falda de Moschino. No solo es original por el estampado que tiene sino también por su manera de estar cortada y confeccionada. Al ser alta y terminar por debajo de la rodilla hace parecer que tus piernas tienen el doble de centímetros de los que en realidad tienen. He de decir, que el margen de movimiento en este tipo de faldas es más reducido que en las mini-faldas ya que son más estrechas, pero para mi gusto, son más elegantes. Esto no quiere decir que vaya a dejar de lado las prendas que dejen ver un poco más mis piernas, pero sí que diversificaré.

Como el protagonismo lo asume la falda en su totalidad por su clara personalidad, opto por una camiseta shoulders off de J.Pérez Vallete. Como veréis esta nueva tendencia de enseñar hombro ha inundado el mundo de la moda de una manera brutal, no hay ninguna tienda que no tenga entre sus prendas alguna con esta característica. Sin embargo, y no es por ser agorera, mi sexto sentido me dice que no va a durar mucho, porque se ha visto demasiado. Finalmente, unas sandalias con plataforma negras de Parfois y un bolso azul marino de Bimba y Lola.

Dicen que “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, pero también, “el que no arriesga no gana”. Cada uno que se aplique el refranero español como quiera, pero recomiendo que tengáis una falda de este estilo en vuestro armario, estoy convencida que una vez que os la pongáis, no querréis quitárosla en una larga temporada, pero como decía antes, sin olvidar las minis.  

Graduación

No, para la mía aún faltan dos años, no os preocupéis, sin embargo, el pasado fin de semana acudí a la graduación de una de mis mejores amigas en Granada. Somos un grupo de cuatro, las cuales, todas estudiamos derecho (¡viva la originalidad!), pero ella ha sido la primera en graduarse. Fue un día para el recuerdo, supongo que, si las invitadas lo pasamos de lujo, la anfitriona aún más. No puede presenciar el acto de imposición de orla ya que al ser una promoción tan grande las entradas eran limitadas para los familiares más cercanos. Aun así, tras todos los buenos comentarios que hubo después, me pude hacer una idea de cómo fue. Yo sabía, que el acto iba a ser como poco duro, trescientas personas pasando por el encerado al oír su nombre, colocándose una banda y poniendo su mejor sonrisa para que haya una foto digna para el recuerdo. Todo ello hacia que el acto no fuera muy apetecible, sin embargo, esta promoción fue diferente. Entraron con el himno We’re Young de Fun, lo cual debió estremecer a los asistentes, sobre todo a las madres presentes que se darían cuenta de que su hijo/a era de todo menos young. Todo transcurrió a un ritmo bastante ágil: discursos con el tema “vosotros sois el futuro”, videos con recuerdos de los alumnos e incluso un lipdub hecho por ellos mismos. Consiguieron hacerlo ameno.

Últimamente, la mayor parte de mi entorno ha tenido o ha asistido a graduaciones. Por ello hoy quería dedicar un post para mostrar un atuendo que una invitada podría llevar a un acto de este tipo. Como muchos sabréis, yo no soy de las que apuesta por vestidos largos ostentosos, recogidos imposibles y zapatos incomodos. Nunca me ha ido ese estilo. Lo que más me puede definir es que soy práctica, y eso se refleja en mis looks. Sin embargo, ello no quiere decir que sea informal. Para este acto me decanté por unos pantalones Seven claros y una camisa ancha en el mismo tono de Liu·Jo. Hasta el momento el look es muy casual y con tonos ibicencos. Pero la clave está en esta magnífica chaqueta negra de Liu·Jo. Es la que le otorga un toque más formal al outfit, junto con la enorme flor como broche de Mare Complementos. Finalmente, unas sandalias con plataformas de Parfaois y un mini bolso. Al final el evento se reduce a una comida con la familia de la anfitriona, por lo tanto, no es necesario que nos vistamos como si fuéramos las anfitrionas, es más quitaríamos protagonismo. Es necesario seguir de forma más o menos acertada el protocolo.

Muchas veces pienso que si no hubiese elegido el doble grado, la que estaría acabando su vida universitaria sería yo y sinceramente no me veo capacitada para salir al mundo laboral, aún tengo mucho que aprender. Eso sí, me llena de orgullo ver que mis amigas están alcanzando sus metas con éxito. Solo me queda decir que me sigáis dos años más en el blog (por pedir que no quede) para que os pueda mostrar el conjunto que elegiré para este evento, así que ya sabéis, seguid al tanto de LUCIENDOLAMODA.